Gerardo Ortiz

Abril 29, 2024


El camino de la educación a la investigación de uno de los finalistas de 3MT y doctorante en Ciencias Biológicas en la UC: "Al venir de una carrera más bien centrada en educación y pasarme a ciencia dura, ha sido difícil, pero satisfactorio".

Gerardo Ortiz: El camino de la educación a la investigación

En 2023 fue uno de los finalistas del concurso que realiza la Escuela de Graduados “Tesis en Tres Minutos” (3MT) con su trabajo relacionado con el ciclo replicativo del virus herpes simple tipo 1. Gerardo Ortiz recorrió un largo camino hasta llegar ahí, ruta que comenzó hace más de 14 años cuando hacía clases de biología a estudiantes de Enseñanza Media, luego de cursar la carrera docente en la UMCE. La pasión por la ciencia lo llevó a superar sus propios límites y ahora está a las puertas del Doctorado en Ciencias Biológicas en la Universidad Católica. Esta es su historia.

 

Por Richard García y Carla Alonso

Créditos: César Cortés

Por medio siglo, el “aciclovir” se ha presentado como el único tratamiento frente al molesto virus del herpes o herpesvirus tipo 1 (HSV-1), que está presente en aproximadamente el 70% de la población mundial. Pero su efectividad es bastante limitada, reconoce Gerardo Ortiz (39), quien trabaja en el laboratorio de Virus e Inflamación del Dr. Pablo González, en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica.

El estudiante de doctorado -finalista del concurso 3MT, organizado por la Escuela de Graduados, de la Vicerrectoría de Investigación de la UC-, quiere comprender la acción de una proteína en específico, HSF1, conocida en inglés como Heat Shock Factor 1 y su efecto en el ciclo replicativo de HSV-1. De eso, justamente, se trató su presentación en inglés y en tres minutos, para el concurso 3MT®- UC. Pablo González -académico de Biología UC- lo guía en ese camino, ya que es su profesor de tesis.

“Esta proteína responde a partir del estrés. Entonces, cuando la proteína sensa (detecta) que está ocurriendo estrés en la célula, ayuda a que las condiciones sean propicias para que se mantenga viva. Por el contrario, si la célula determina que es imposible su viabilidad, entonces favorece su autoeliminación”, explica Gerardo.

Entre los desencadenantes del estrés puede estar una baja concentración de oxígeno, variaciones en el pH, presencia de metales pesados, infecciones y calor. Esta proteína está muy conservada y está presente en todos los seres vivos. “Estamos tratando de ver el efecto que tiene HSF1 en el ciclo replicativo del herpesvirus tipo 1 (HSV-1). Es decir, si el virus utiliza esta proteína para favorecer su propia supervivencia”.

Gerardo Ortiz reconoce que esta proteína ha sido muy estudiada, pero lo novedoso de su investigación es justamente la potencial relación con el herpes virus. Hay evidencia de que sí está vinculada en distintos procesos con otros virus, tales como Epstein-Barr, el citomegalovirus, y el virus del VIH, pero todavía no con el herpes.

Se sabe que uno de los efectos que genera el virus del herpes es calor. Su idea es ver si existe una relación entre la generación de fiebre, producto de la infección por el virus herpes, con la acción de HSF1. “A lo mejor eso está activando esta proteína para que el virus la pueda utilizar y así favorecer su propia replicación”.

HSV-1, con el que trabaja Gerardo, se presenta en nariz, boca y garganta, y en la zona genital, pero en menor proporción. Él señala que si la proteína tiene efecto importante en la propagación del virus podría ser blanco para algún tratamiento. “Ahora, no es llegar y tratar esta proteína, porque es esencial para el organismo”, enfatiza el estudiante de doctorado.

Las proteínas son necesarias para el correcto funcionamiento de las células, del tejido que forman, de los órganos y del cuerpo completo. HSF1 justamente ayuda a que las proteínas mal plegadas recuperen su conformación nativa. Es una especie de guardián.

“A lo mejor podríamos eventualmente inhibir ciertas vías que utiliza esta proteína y, de esa forma, evitar que el virus siga proliferando”, señala. Como esta proteína debe estar siempre presente en el cuerpo, la idea del investigador sería no inhibir su activación directamente sino algún mecanismo en el proceso que influyera en la replicación del virus, proceso que demora alrededor de 18 horas.

Por ahora su atención está totalmente centrada en esta pesquisa, para lo cual está empleando cultivos celulares humanos con la ayuda de distintas cepas de HSV-1, uno de ellos fusionado con la proteína fluorescente verde, que le permiten observar los procesos de infección directamente en el microscopio.

Créditos: César Cortés.

-¿Qué es lo que te trajo a estos territorios?

-Bueno, siempre me gustó la biología. Soy profesor de biología de profesión; estudié en la UMCE. Hice clases en el Teresiano de La Reina, entre otros colegios y liceos, y luego realicé un diplomado en la Facultad de Ciencias en la U. de Chile. Fue ahí que dije: “Esto me gusta”. Terminé eso y salté al Magíster en Genética, también en la U. de Chile. Después trabajé en investigación un par de años y me fui por otro rumbo, porque el dinero no era muy bueno en este momento. Así llegué al Centro de Investigación Avanzada de Educación (CIAE) de la U. de Chile. Fue un cambio duro, aguanté cerca de un año y pasé a trabajar en una Asesoría Técnica Educativa, que presta servicios a colegios. Era el encargado de ciencias.

Fue ahí donde conoció una persona que trabajaba en inteligencia artificial y que le faltaba un profesor de ciencias que hiciera la bajada de los planes de programa del Ministerio de Educación para adaptarlo al modelo de IA que desarrollaban. Estuve con ellos un buen tiempo y después de eso me dije: “Están pasando los años, me estoy poniendo más viejo y quiero volver a lo que me gusta. Busqué opciones y postulé acá en la UC al doctorado en ciencias biológicas”.

Entró en 2021 y ya está en cuarto año. Reconoce que ha sido un poco pedregoso el camino. “Evidentemente, al provenir de una carrera más bien centrada en educación y pasarme a ciencia dura, si bien entiendo varias cosas, no lo manejo todo como mis compañeros, que la mayoría son, por ejemplo, bioquímicos, biólogos… Ha sido difícil, pero satisfactorio. He tratado de hacer docencia, igualmente. El año pasado fui ayudante en un curso”.

-¿Nunca pensaste en hacer divulgación?

-Sí, claro. Siempre me ha gustado también eso. De hecho, el año pasado participé con un compañero en un concurso interno de la UC -para estudiantes de doctorado- de generación de seminarios. Postulamos, ganamos el concurso e hicimos una charla al principio de año, en enero. Y vino un profesor español, que hizo una charla sobre neurociencia.

Para Gerardo, el rol del investigador y de las investigadoras no es sólo dedicarse a hacer ciencia dura, sino que también está asociado al tema de la divulgación. Considera que cuando hay visitas de colegios y hay niñas y niños interesados en el tema, los investigadores tienen que darse el tiempo de explicarles el trabajo que están desarrollando. “Porque si nosotros no lo hacemos, ¿quién lo hará?”.

-¿Cómo fue tu experiencia en 3MT?

-Entretenida, la pasé bien; fue un buen desafío. Me gusto eso de la difusión, fue un buen acercamiento. Resultó un poco estresante porque me puse nervioso, estaba preocupado por alcanzar en el tiempo. Es algo recomendable para que quien quiera y le guste participe en este tipo de actividades. Más allá del premio es una experiencia que deja. Y aparte de eso, para qué estamos con cosas, uno igual quiere hacerse notar un poco y mejor si es con contenido de calidad.

Gerardo Ortiz cree que una experiencia pendiente es estudiar en el exterior. “Ahora tengo que hacer una pasantía en el extranjero”. Una de las posibilidades es Italia, donde también está previsto un congreso en que podría participar. Sería la primera vez que viajaría fuera de Chile.

El finalista de 3MT® UC admite que tiene un poco de temor: más de allá de poder desenvolverse con el idioma, dónde ir, qué hacer, a quién recurrir si le pasa algo. Pero sabe también que son temores pasajeros porque al igual que superó otras distancias en el pasado, estas tampoco son infranqueables.

 

 

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