Rocío Barrón

Julio 7, 2025


“He descubierto que hay un link que une la investigación con la industria de forma más real”

Estudiante del Doctorado en Ingeniería Biológica y Médica en la Universidad Católica, Rocío Barrón fue una de las finalistas del Concurso 3MT®-UC 2024. A sus 30 años, su carrera ya acumula premios y logros, gracias a su innovadora investigación para el tratamiento de la Salmonella en base a bacteriófagos, llamado PhageFilm. Sus tutoras de tesis, las académicas de la UC Andrea Moreno y Loreto Valenzuela, la motivaron para seguir su investigación por la línea industrial, y el año pasado se adjudicó el fondo “Explora Agrosuper” para validar Phagefilm como herramienta de bio control de Salmonella, y ser aplicada en las plantas de procesos.

Por Camila Sánchez 

Bioquímica de la Universidad Concepción y magister en Microbiología de la misma casa de estudios, Rocío Barrón (30 años) cuenta que su interés por la ciencia viene por el lado de su madre, quien es química de profesión, y que el ambiente científico en el que creció influyó en su decisión de estudiar bioquímica. Actualmente ella cursa el doctorado en Ingeniería Biológica y Médica en el IIBM, una unidad académica interdisciplinaria que pertenece a las Facultades de Ingeniería, Medicina y Ciencias Biológicas, de la Universidad Católica.

Llegó a Santiago en 2018 como asistente de investigación de su tutora de magíster, la académica y actual directora de la Escuela de Medicina Veterinaria de la UC, Andrea Moreno. Junto a ella ha desarrollado una línea de investigación que da vida a su tesis, llamada “Diseño y evaluación de un recubrimiento comestible suplementado con cóctel de bacteriófagos contra Salmonella Entérica Infantis Multirresistente, en carne de pollo fresca”.

Debido a ello, Rocío divide el tiempo entre su investigación y su trabajo en el laboratorio “Bacteriophages and Foodborne Pathogens Research Laboratory” (BAFOP), de la Escuela de Medicina Veterinaria, donde supervisa a estudiantes de pregrado y de magíster que están haciendo sus prácticas de laboratorio. 

-¿Qué te motivó a estudiar el doctorado en la UC?

-La verdad es que me vine a Santiago para hacer mi tesis de magíster junto a la profesora Andrea Moreno en la Universidad Andrés Bello. Cuando ella fue nombrada académica en la Escuela de Medicina Veterinaria, en 2020, comenzó mi búsqueda de doctorados en la UC. Me gustó el doctorado de Ingeniería Biológica y Médica sobre todo por el ambiente interdisciplinario que tiene. Por ejemplo, mi tesis de magíster fue en microbiología combinada con modelos matemáticos, pero mi programa en ese tiempo no era interdisciplinario y me costó encontrar un profesor que supiera de modelos matemáticos aplicados a microbiología. Al contrario, cuando llegué a la UC este doctorado ya tenía todo el claustro integrado y fue lo que más me llamó la atención.

Investigando los bacteriófagos para combatir la Salmonella

En su proyecto de investigación, Rocío aborda el principal problema de contaminación microbiana que afecta a la industria avícola, no solo en Chile, sino que a nivel global: el patógeno Salmonella Infantis, que en humanos puede causar la enfermedad de salmonelosis.

“Actualmente las estrategias que tiene Chile para controlar la Salmonella Infantis son el uso de ácido peracético, hipoclorito de sodio y las bajas temperaturas en la línea productiva. El problema es que hay regulaciones súper estrictas en otros mercados como Estados Unidos y la Unión Europea que bloquean la exportación del producto chileno. Mi tesis es una alternativa libre de químicos a este problema”, dice Rocío Barrón en los ruidosos patios del Campus San Joaquín de la UC. 

“Los bacteriófagos son virus que infectan específicamente bacterias, sin afectar células eucariontes u otros organismos, tienen una actividad específica antimicrobiana ya comprobada y por ello estamos desarrollando un recubrimiento comestible que ataca la Salmonella en la carne de pollo, llamado PhageFilm”, detalla la finalista de 3MT®.

La investigadora explica que la Salmonella en rigor no es una enfermedad para los pollos, porque no tiene una sintomatología asociada en el animal vivo. Sin embargo, para reducir el riesgo en la planta procesadora, los productores tienen que hacer una detección activa, para evitar que en el proceso de faena y evisceración se produzca una contaminación cruzada, que pueda infectar la carne de pollo con Salmonella.

“Los bacteriófagos tienen la especificidad de eliminar sólo el patógeno, siendo esta una de las ventajas respecto a los ácidos o el cloro. Este bacteriófago también podría tener la capacidad de extender la vida útil del pollo, para disminuir el desperdicio de alimento por fecha de vencimiento”, indica la doctoranda.

Rocío Barrón acumula experiencia y éxitos académicos gracias al desarrollo de Phagefilm, como la reciente adjudicación de uno de los 18 Concurso IdeA I+D 2025 adjudicados por la UC. Esto último, para el desarrollo de “SalmoClean”, una propuesta interdisciplinaria para prevenir y controlar la presencia de Salmonella en pabellones de crianza de pollo, donde integra el equipo de investigación que es liderado por la profesora Moreno. 

Su rol, puntualmente, es encargarse de la experimentación para la formulación del cóctel de bacteriófagos, de manera de validar su capacidad de eliminar las cepas de Salmonella. Y esto fue trascendental para la adjudicación del Concurso IdeA I+D, financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), y que tiene por objetivo facilitar la transformación del conocimiento científico en soluciones prácticas que beneficien a la sociedad.

-¿Cómo llegaste a este tema de investigación?

-Cuando estaba en tercer año de pregrado tuve la oportunidad de hacer una pasantía de un mes y medio en San Francisco, Estados Unidos, en un startup que hacía secuenciación de microbiota intestinal. Ahí me motivé con la investigación, antes me gustaba sólo la parte industrial. Sin embargo, ahora he descubierto que hay un link que une la investigación con la industria de forma más real y tangible.

¿Cómo esperas que impacte tu investigación en la industria? 

-Mis dos tutoras de tesis, Andrea Moreno y Loreto Valenzuela -esta última Decana de la Facultad de Ingeniería de la UC-, me han motivado para seguir por la línea industrial. Gracias a ello, el año pasado me adjudiqué el fondo “Explora Agrosuper” junto al Centro de Transferencia Científico Tecnológica HubTec, para validar Phagefilm como herramienta de bio control de Salmonella, para ser aplicada en las plantas de Agrosuper. Todavía estamos en etapa de validaciones y en ciencia las cosas no siempre salen como una espera, pero al menos está la comunicación y el interés de la industria en el desarrollo de nuestro trabajo.

El desafío y la maduración del discurso 

-Pasando a Tesis en Tres Minutos, ¿qué te motivó a participar en el concurso?

-Conocí esta convocatoria hace algunos años; también la había visto en algunos congresos a los que he asistido. Estaba al tanto de cómo era la dinámica y el año pasado pensé que podría probar concursando. 

-¿Qué significó para para ti el hecho de haber participado? 

-Fue un desafío grande. Ocurrió que en la mitad ¡se me olvidó mi presentación y me bloqueé! Es súper impactante, porque te paras en el escenario, que es grande, y tienes al frente un reloj del tamaño de tu cara que te indica el tiempo. Es intimidante igual, y yo soy super cuadrada, entonces me dije a mí misma: “Se me olvidó”, y luego me bajé. 

Para Rocío lo más difícil fue el mismo momento del evento, el nerviosismo de la previa. “Siendo muy autocrítica, creo que fue falta de preparación. Si bien yo me sabía el speech, quizás en ese momento no tenía la confianza suficiente”. 

Al cumplirse cerca de un año desde su participación en 3MT, reconoce que su discurso ha madurado gracias a otras instancias de divulgación en las que ha participado, entre ellas Global UC, organizada por la Dirección de Transferencia y Desarrollo, de la Vicerrectoría de Investigación. “En este caso es un pitch, pero de ocho minutos. Ahora estoy más curada de espanto y más preparada, porque puedo improvisar en inglés”, comenta emocionada. 

-A pesar de tu experiencia en el escenario, ¿recomendarías 3MT®? 

-Sí, lo recomendaría. Es una opción y una oportunidad súper importante. Es difícil quedar porque son sólo diez seleccionados y es una instancia muy competitiva, pero al menos para mí fue una buena experiencia.

La importancia de la divulgación

A lo largo de su carrera Rocío ha participado en múltiples eventos de difusión y divulgación científica. “Cuando estaba en pregrado, en la Universidad de Concepción, se hacían fines de semana de ciencia abierta, donde preparábamos material sobre microbiología para mostrar a las familias que asistían”, recuerda la joven investigadora. “Además, la posibilidad de entrenar gente en el laboratorio es uno de los principales actos de ‘difusión’ que tenemos como investigadoras, porque finalmente es en la formación académica donde se genera el interés por la divulgación”, asegura.  

-¿Qué hace falta para que investigaciones como la tuya tengan mayor impacto en la industria?

-Viniendo yo de otras casas de estudio, creo que la UC tiene súper buenas estrategias de vinculación con la industria. Hay varias instancias y concursos con empresas donde se plantean desafíos para que los estudiantes de postgrado postulemos con nuestros proyectos de investigación. Mi experiencia ha sido súper buena, porque tuve la opción de postular al Explora, al Global UC y de participar en el Summer Camp de Innovación y Emprendimiento, del Programa Ciencia 2030. Adicionalmente, con la profesora Andrea Moreno nos adjudicamos el Concurso Acelerador de Resultados de Investigación, implementado por Ciencia 2030, y desde ese momento todo se puso sobre ruedas. 

-¿Cuáles son tus planes a futuro? 

-A mediano plazo terminar el doctorado y después me gustaría insertarme en la industria. Con la profesora Andrea Moreno tenemos esta spin-off que está vinculada a la UC, en el que hay otros proyectos asociados. Entonces, también a mediano plazo tengo que tomar la decisión de enfocarme en esta spin-off o buscar una empresa donde pueda desarrollarme.

Con todo, Rocío reconoce que también son muy necesarios los pasatiempos, para sobrellevar la carga que implica los estudios de doctorado y el trabajo en el laboratorio. “Me gusta tejer, pintar y bordar. También voy harto al gimnasio, hago calistenia. Sobre todo, manualidades y ejercicio”, dice riendo.

Entramado